Tiempos que fueron...tiempos que son

Sus reflexiones se entremezclaban con la oscuridad perpetua que reinaba en toda la sala. La tímida luz de antorchas y braseros, peleaba fervientemente contra la negrura, intentando superar esa oscura enemiga. Entre columnas, estatuas, tapices y recuerdos, el Gran Rey se perdía entre las páginas del Dammaz Kron, el Gran Libro de los Agravios.
Las interminables listas, escritas con tinta color rojo oscuro, poblaban centenas de páginas, en su totalidad. Fechas, caídos, batallas, intercambios de víveres, expediciones...era un gran diario que recogía todo lo acontecido desde el nacimiento de la Raza Enana. Cuanto mas avanzaba, mas doloroso se hacía leer las palabras allí figurantes. Matanzas, asesinatos de varios reyes, torturas de capitanes importantes, pérdidas de fortalezas...y lo mas triste, es que eso no podía acabar ahí. Allí en medio de la oscuridad del Gran Salón, comenzó a escribir:

2048 de la Primera Edad : En el presente año, me veo obligado a cerrar de nuevo las Puertas Frontales de Belegost. Varios ataques no han perseguido desde hace años y muchos individuos se han colado en nuestros dominios sin apenas esfuerzo.
También debo clausurar las minas circundantes a nuestra fortaleza, hasta que paren las incursiones de Orcos, y demás alimañas deformes que no conocemos a los Salones inferiores...
Por mi mandato, ordeno que se ejecuten los prisioneros bárbaros, trasgos y orcos por las ofensas, daños y agresiones a toda la Nación Enana, en nombre de Mahal. Que los decapiten y tiren sus cuerpos al barranco, para que las bestias de las profundiades terminen del todo con su existencia. Obra y hecho por mano de Balin sucesor de Fundin.

Cuando terminó de escribir el agravio, cerró el libro de golpe y lo dejó a su lado. Se apoyó en uno de los brazos del Trono, con uno de los suyos. Y ahí, pudo observar mas detenidamente la oscuridad...tan plena...tan quita....tan firme...tan inmensa...tan oscura.