El mensajero entró apresuradamente en la Gran Sala. Jadeando, llegó hasta la zona circular que componía la parte en la que estaba el Trono de Grimnir. En él...el Rey miraba sin preocupación a ninguna parte. Cuando estuvo al pie de los escalones de mármol negro se arrodilló y habló con dificultad debido al cansancio:
- Señor..noticas de las Colinas de Hierro - dijo el mensajero sin levantar la mirada del suelo.
- Que raro...todavía es temporada de tregua ¿no? - preguntó el monarca
- Señor...siento decirle que estamos en la decimo tercera luna
- ¿¡Qué!? - dijo el Rey Enano, con una mezcla de asombro y preocupación - ¿Ya estamos en la decimo tercera luna de Grungni?...vaya, ya queda menos tiempo de descanso...puedes retirarte Snorri..gracias por el aviso...
- Pero señor, si no le he dicho las not... - empezó el servidor
- He dicho que puedes retirarte...gracias.
- Si, mi señor - pronunció el servidor retirándose con paso calmado fuera de la Sala del Trono. El tiempo de descanso del Rey ya había cumplido la mitad de su tiempo...y adelantar tareas era una buena estrategia para ganar tiempo de descanso...
Tras esto...el Rey Enano, bajo del trono y se dirigió a un punto de la pared...que a simple vist no tenía nada de especial. Pero, cuando el Rey estuvo a un palmo de la dura roca...presionó una piedra con fuerza...esta cedió con dificultad, activando un complejo mecanismo de poleas y palancas. Después de una serie de crujidos, y sordos sonidos de rocas chocándose, la pared se deslizó a la un lado y dejo ver unas escaleras, iluminadas con antorchas que descendían a un Salón Inferior. El aire era muy húmedo...pero las paredes no mostraban ningún tipo de deterioro...claro, era arquitectura enana.
Cuando terminó de bajar todas las escaleras, se encontró en una sala circular, con diversas estatuas de reyes rodeando una tumba. Ésta, estaba finamente labrada con la mejor roca...en la que estaba esculpida la figura del fallecido. También había un libor a los pies de la figura de piedra, en el que se podían leer varios agravios, transiciones de víveres...y por supuesto, la vida diaria del fallecido. Era el primer Libro de los Agravios...el que recogía la creación de la primera fortaleza del Este...la forja del legendario Hacha de Mahal...y muchos otros acontecimientos legendarios...dignos de adoración y respeto.
El monarca se acercó a la losa y miró con dureza a la cara de la estatua que estaba esculpida:
- Hola...Padre...vengo a visitarte....como cada decimotercer luna de Mahal... - habló el enano, a solas...experimentando y saboreand en primera persona lo que era la soledad...si, era rey, tenía riquezas..muchos aliados...pero no tenía familia....y su linaje tocaría a su fin...es lo único que le hacía daño en esos momentos...¿lo único?.
sábado, 7 de julio de 2007
Barûk...Padre
Etiquetas:
Historias que contar,
Nación Enana,
Sobre el Rey Enano
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3 comentarios:
Ya lo leí esta mañana, pero hasta ahora no he tenido tiempo de comentar ^^U
Bueno, en cuanto al fragmento esta muy bien, se da a entender que hay mucho mas en esa historia de lo que uno ve y eso es bueno ^^
Eso si, convendría que pegases la historia en el word para corregirla porque hay un par de errores que son simplemente de escribir rapido, y no cuesta nada quitarlos (perdona, pero eso me obsesiona >.< Pero en general me ha gustado, que es lo importante).
En fin, Lord Enano, cuidese y saludos ^^
Si, se me suelen trabar los dedos al escribir U_U. Nunca viene mal que un maestro te corrija ^^.
Un placer tenerle por aquí, Espectro de Dorwinion.
O___o
Me ha encantado, coincido con Malfuin (huolaa ^^), esta historia vale mucho, además de que está muy bien estructurada y bueno, que me ha gustado mucho.
Bueno, aquí se despide una dama de Rohan, hasta pronto señor de Belegost ^^
PD: ¡Actualiza! ;)
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